Después de siete años desde el primer encuentro de educadores, nos encontramos en la misma acogedora casa de Salamanca para motivarnos y sostenernos en la exigente e ilusionante labor de educadores.
Venimos de realidades y países diferentes y con experiencias diferentes, pero nos aúna la tarea de ser educadores, la visión cristiana de la persona y la referencia a un educador: el padre León Dehon fundador de los Sacerdotes del Sagrado Corazón de Jesús.
El objetivo del primer encuentro fue conocernos y "establecer las líneas maestras para una educación calificada, no sólo cristiana y responsable, sino también dehoniana", (discurso de abertura 2001).
Un objetivo éste que ha encontrado una válida realización en la Propuesta Educativa Dehoniana (PED) que todos vosotros conocéis y que será, en su parte tercera, la base de éste, nuestro encuentro.
La propuesta educativa dehoniana habla de una escuela al servicio de una formación integral que se desarrolla en la comunidad educativa y que quiere promover actitudes que se encuentran en tres breves expresiones típicas de la tradición dehoniana, generalmente citadas en latín, una síntesis rica y significativa.
Ecce venio (aquí estoy): expresión que apunta actitudes de disponibilidad, generosidad y donación. Sint unum (que sean uno): qué expresa actitudes de hermandad, comunión y reconciliación. Adveniat Regnum tuum (que venga tú reino): que indica un empeño por un mundo mejor en la justicia y en la paz.
Esta tercera expresión la encontráis en el título de este encuentro: “Adveniat Regnum tuum, un corazón abierto para educar”. Será esta la línea de profundización de estos días: un corazón abierto para educar en la justicia, en la paz, y en la construcción de un mundo mejor.
Cómo administración general de la Congregación de los Sacerdotes del sagrado Corazón hemos creído útil y hemos apoyado la oportunidad de renovar la experiencia de hace siete años preparando este segundo encuentro el que participan miembros de la congregación y laicos que comparten el servicio educativo en las muchas instituciones que hacen referencia a la misma Congregación.
Creemos que este encuentro es una expresión de comunión en la misión educativa, misión que para alcanzar su objetivo debe necesariamente nacer de una comunidad educativa; sólo así en efecto se puede contribuir al crecimiento integral de la persona humana, que es un ser hecho para la relación y la comunión. Una comunidad educativa compuesta de consagrados y laicos que juntos dan testimonio de comunión, solidaridad y coparticipación. En estas comunidades educativas, como son llamadas a ser nuestras instituciones escolares, los Sacerdotes del Sagrado Corazón tienen la oportunidad de compartir su espiritualidad, su empeño apostólico y su vivir por Dios y de Dios. Por su parte, los laicos, en la cualificación profesional y con un proyecto apostólico inspirado en la fe, contribuyen a la formación integral de la persona y ayudan a los religiosos en su camino espiritual y pastoral.
Creemos que este encuentro es un medio de motivación, una ocasión para sustentarnos en el servicio educativo que prestamos a las nuevas generaciones de nuestros países. En la coparticipación de los valores que nos conducen, de los caminos educativos que ponemos en marcha en las distintas instituciones, en el conocimiento y respeto recíproco, podemos encontrar inspiración y estímulo para servir con más competencia y dedicación a aquellos cuyo crecimiento integral somos llamados a contribuir.
Creemos por fin, que puede ser una oportunidad de formación para nosotros mismos. Ser educadores exige de nosotros mismos una disponibilidad al aprendizaje, una capacidad de adaptación constante a las nuevas situaciones, una apertura a la formación permanente. Las exposiciones que escucharemos y sobre las cuales trabajaremos, los trabajos de grupo y las muchas actividades de estos días favorecerán una actitud recíproca de educación y aprendizaje que nos enriquecerá.
Estas razones nos han movido a proponer este segundo encuentro de educadores dehonianos al que vosotros os habéis adherido de forma numerosa,con la disponibilidad y el deseo de compartir tiempo, experiencias y aspiraciones.
Gracias por haber aceptado la invitación, por este tiempo que habéis sustraído a otras ocupaciones y al merecido descanso, gracias por haber afrontado el viaje, para algunos muy largo; que os ha llevado aquí, lejos de vuestras casas y familias, pero entre amigos.
En nombre de toda la Congregación y en particular del padre General José Ornelas, que deseaba estar personalmente presente a la apertura de este encuentro. Una cordial bienvenida a todos y el augurio, para que estos días sean una experiencia positiva vivida en el conocimiento recíproco, en la coparticipación y en la alegría de sentirnos unidos por un mismo ideal.
El augurio también para que estos días sean la ocasión de dilatar nuestro corazón y ser educadores a ejemplo de León Dehon que se ha inspirado en sus principios educativos en el Corazón de Cristo.
¡Bienvenidos y buen encuentro!
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