jueves, 17 de julio de 2008

CONFERENCIA DEL P. STEFAN TERTÜNTE

Ponencia: Categoría Dehoniana/ Dehonian Category

Resumen de la Ponencia: Tras una breve presentación por parte del P. Heiner, el ponente P. Stefan Tertünte agradece la invitación para poder hablar de la figura del P. Dehon. El primer tema que le propusieron fue “El P. Dehon y la educación”, pero no siguió al pie de la letra este título aunque sí citó a algunos autores que han trabajado sobre este tema (P. Luis Mora, P. Paul Mc Guire, P. Heiner Wilmer, P. João Almeida,…).

El trabajo se centró en el tema del “Adveniat Regnum Tuum”. Sobre esta temática hay poca investigación. ¿Cuál es el motivo de esta ausencia de reflexión? Para muchos profesores es un tema poco habitual el hecho de preguntarnos cuál es el motivo por el que debemos continuar en la escuela bajo la responsabilidad de los dehonianos. Desde los inicios de la Congregación, siempre ha estado presente el apostolado en la escuela, pero no está claro que este deba ser su apostolado esencial, es decir, sea una tarea dehoniana. Al no cuestionarse esta tarea, puede correr el peligro de perder su sentido.

Hoy nuestra tarea debe ser la búsqueda de legitimidad en nuestro apostolado dehoniano en los centros, siendo capaces de dar respuesta a los cambios sociales. Su ponencia se centró en la calidad dehoniana que ha de caracterizar a todo apostolado y en la dimensión social.

Explicó cómo a partir del P. Dehon se encuentra una legitimidad en cada apostolado. Para ello, habló de la experiencia personal del P. Dehon. Una herencia desconocida y reconocida:

“Vínculo entre experiencia personal y compromiso social”

Lo social en el ámbito del P. Dehon hace referencia “a sociedad” en el sentido global. Durante mucho tiempo se ha creído que había una separación entre la vida y obra del P.Dehon: por un lado, una devoción al Sagrado Corazón encerrada sobre sí misma y, por otro lado, su compromiso “social”. Esta lectura del P.Dehon ha sido muy frecuente y ha traído graves consecuencias para la congregación ya que nos conduce a una espiritualidad concentrada en la adoración sin estar volcada a lo social y, a la vez, un compromiso social que no encontraba su legitimidad espiritual (han hecho lo que hizo el P.Dehon, pero no han vivido como él).

Para poder entender la tarea social del P.Dehon, es imprescindible hablar de su experiencia espiritual. Para él es la experiencia que le revela lo que es en lo más profundo de su persona, es el centro de gravedad de su identidad. Así, las palabras “vocación” e “identidad” están muy unidas entre sí. La identidad del se construye desde una experiencia personal que va ligada al compromiso por los demás y que va madurando con el tiempo a la luz del evangelio. En la contemplación del sufrimiento de Jesús, descubre el verdadero sentido del amor (entrega plena por amor) y, por lo mismo, el sentido del pecado (destructor del amor). El P.Dehon ve en el rechazo del amor de Cristo la causa fundamental del pecado en nuestra sociedad. Por ello, el descubrimiento de este amor, le lleva a comprometerse con los pobres del siglo XIX, conjugando justicia social y espiritualidad dehoniana.

Este hecho tiene consecuencias grandes para nuestros colegios ya que nos plantea la pregunta de cómo mantener el equilibrio entre la experiencia personal y el compromiso social. ¿Tenemos un perfil propio nuestro o nuestras escuelas ya no se diferencian del resto? ¿Damos una respuesta a los problemas de nuestra sociedad contemporánea?

Fundamental y lleno de ambivalencias: La relación con la sociedad

El P.Dehon defiende un “catolicismo intransigente”, es decir, rechaza la sociedad moderna surgida a raíz de la Revolución francesa. Prefiere una sociedad medieval, asentada en la agricultura frente al capitalismo (resultado natural del materialismo). Este rechazo también lleva consigo el rechazo del catolicismo burgués que quiere reducir el catolicismo a la esfera privada. Por el contrario, él defiende la presencia de la Fe en todas las dimensiones de la vida (catolicismo integral). La tensión entre ambos catolicismos es clara y su respuesta se concreta en el “catolicismo reformador”. Para él, volver al pasado no es una buena alternativa, sino que tenemos que afrontar el presente mediante el compromiso por la “democracia cristiana”.

Aquí la fórmula “Venga a nosotros tu reino” es donde adquiere su verdadero significado. Esto se traduce en una relación conflictiva entre la sociedad contemporánea y el cristiano pero, a la vez, constructiva.

Hay que aclarar la relación de nuestras instituciones con la sociedad contemporánea. Si queremos educar desde lo social, tenemos que garantizar la calidad dehoniana y debemos impedir la opresión de los débiles por parte de los poderosos.

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